En la actualidad, la sociedad ha evolucionado de tal manera que ya no solo se considera la inteligencia de una persona desde un enfoque meramente escolar o académico, sino que se han creado distintas categorías en torno a la inteligencia, y una de ellas es la superdotación.
La superdotación se refiere a aquellas personas que poseen una capacidad cognitiva superior a la media de la población en diversos campos, sean estos de orden intelectual, creativo, artístico, emocional, entre otros. En términos generales, su coeficiente intelectual (CI) se encuentra por encima de 130.
Esta capacidad sobresaliente, aunque suele ser admirada por gran parte de la sociedad, también representa un gran desafío para quienes la poseen, ya que en ocasiones se pueden encontrar en situaciones que les generen ansiedad, incomodidad y dificultades en su vida diaria.
En concreto, uno de los problemas que pueden afectar a los sujetos superdotados es la superestimulación. La superestimulación ocurre cuando el individuo es expuesto a una gran cantidad de estímulos de manera simultánea, y no tiene la capacidad suficiente para procesar y manejar todos ellos de forma adecuada.
Como resultado, la persona se siente agotada tanto física como emocionalmente. Este fenómeno es especialmente grave para las personas superdotadas, ya que su facilidad para procesar información puede significar que suelen estar expuestas a una mayor cantidad de estímulos, lo que puede llevar a una situación de estrés y sobrecarga mental.
La superestimulación puede surgir, por ejemplo, en ámbitos educativos, en los que la persona superdotada puede estar rodeada de información que procesa de manera más rápida y profunda que el resto de estudiantes, lo que puede llevar a un estrés académico generalizado. También puede ocurrir en ambientes sociales, al encontrarse en situaciones donde demasiadas personas requieren su atención y no tienen el espacio suficiente para recargar energías lejos de estas situaciones.
Si bien la superestimulación puede ser un problema grave para una persona superdotada, hay algunos consejos que pueden ayudar a prevenir o solucionar esta situación. A continuación, se presentan algunas estrategias y técnicas que pueden ser de gran ayuda:
Controlar el entorno: Puede resultar útil para minimizar la cantidad de información que recibe y poder procesarla de manera adecuada.
Reconocer los signos: Es importante que la persona superdotada tenga la capacidad de reconocer cuándo se siente exhausto y sobrecargado para poder detenerse y anteponer su salud emocional ante cualquier objetivo.
Hacer ejercicios de relajación y meditación: Practicar técnicas de relajación o meditación puede resultar muy beneficioso para evitar la superestimulación y prevenir la aparición de problemas de salud mentales y emocionales.
Organizar el tiempo: Puede ser útil para estos sujetos establecer momentos de descanso y para recargar energías, donde puedan disfrutar y elegir cosas que realmente les interesen.
Pedir ayuda: Es importante que las personas superdotadas soliciten ayuda psicológica o de una persona de confianza para aprender técnicas de autogestión y prevenir situaciones de estrés innecesarias.
En resumen, la superestimulación puede tener un gran impacto en la percepción de las personas superdotadas, ya que pueden estar expuestas a una gran cantidad de información y estímulos que les generen estrés y ansiedad. Para evitar y solucionar esta situación, existen diferentes estrategias y técnicas que pueden ayudar a minimizar los efectos de la superestimulación y prevenir la aparición de problemas emocionales y mentales a largo plazo.