La cuestión sobre si las mujeres y los hombres tienen características cognitivas diferentes ha sido un tema de interés en varias disciplinas, incluyendo la psicología y la neurociencia. En el caso de las personas superdotadas, la posibilidad de que haya diferencias de género en la inteligencia superior ha sido objeto de debate durante mucho tiempo. Varios estudios han intentado responder a esta pregunta, y si bien los resultados no son concluyentes, proporcionan algunas pistas interesantes.
Para poder hablar sobre las diferencias de género en la inteligencia superior, es necesario primero definir de qué se trata esta idea. La inteligencia superior se refiere a la capacidad de una persona para resolver problemas complejos, pensar creativamente y aprender rápidamente. Se considera que una persona es superdotada cuando tiene una puntuación alta en pruebas estandarizadas de inteligencia. Estas pruebas miden diferentes habilidades cognitivas, como la capacidad verbal, matemática, lógica, memoria y visual-espacial.
Varios estudios han intentado determinar si existen diferencias de género en la inteligencia superior. Uno de los primeros estudios en este sentido fue realizado por el psicólogo norteamericano Leta Hollingworth en la década de 1920. Hollingworth estudió a un grupo de 1.500 estudiantes superdotados y observó que aunque las mujeres superdotadas tendían a tener mejores calificaciones que los hombres superdotados, éstos últimos eran más propensos a tener éxito en campos creativos y de liderazgo.
Más recientemente, un meta-análisis publicado en 2017 que examinó los resultados de más de 40 estudios encontró que en promedio, los hombres superdotados obtenían puntuaciones más altas en pruebas de inteligencia visual-espacial, mientras que las mujeres superdotadas obtenían puntuaciones más altas en pruebas verbales y de memoria. Otro estudio publicado en 2019 también encontró diferencias de género en la cognición, pero no en la inteligencia.
Existen varias teorías que intentan explicar por qué podrían existir estas diferencias de género en la inteligencia superior. Algunas teorías sugieren que la educación y las experiencias de vida pueden influir en el desarrollo cognitivo de manera diferente para hombres y mujeres. Por ejemplo, algunas investigaciones sugieren que las niñas tienden a ser más disciplinadas en la escuela, lo que podría darles una ventaja en pruebas verbales.
Otras teorías tienen en cuenta diferencias biológicas entre hombres y mujeres. Por ejemplo, algunos estudios han encontrado que los hombres tienen un cerebro más grande en promedio, lo que podría influir en su capacidad para el razonamiento espacial. Sin embargo, también se ha argumentado que estos resultados podrían ser el resultado de factores culturales, como la socialización de los roles de género.
Es importante tener en cuenta que los estudios que intentan determinar si existen diferencias de género en la inteligencia superior tienen varias limitaciones. Primero, muchas de estas diferencias son bastante pequeñas y podrían no ser significativas en términos prácticos. Segundo, algunos investigadores argumentan que estas diferencias son el resultado de estereotipos de género y que podrían desaparecer si se eliminan estas expectativas.
Por otro lado, también existe el peligro de caer en la trampa de la generalización. Es importante recordar que cada persona es única y que las diferencias individuales son más importantes que las diferencias de género en la inteligencia superior. Por lo tanto, no es justo asignar a todas las mujeres o a todos los hombres ciertas características cognitivas.
En conclusión, la pregunta sobre si existen diferencias de género en la inteligencia superior sigue siendo un tema de debate en la comunidad científica. Si bien algunos estudios sugieren que pueden existir pequeñas diferencias de género en algunas habilidades cognitivas, estas diferencias no necesariamente reflejan limitaciones inherentes en hombres o mujeres. En lugar de centrarnos en las diferencias de género, deberíamos celebrar la diversidad cognitiva de todas las personas superdotadas y trabajar para crear ambientes educativos y laborales que permitan el florecimiento de todas las habilidades cognitivas, independientemente del género.