La superdotación es una característica que se atribuye a aquellas personas que poseen un elevado nivel de inteligencia. Las personas superdotadas suelen tener altas capacidades cognitivas, pero también presentan características psicológicas propias, como la sensibilidad emocional y el perfeccionismo.
Las personas superdotadas suelen tener una sensibilidad emocional más elevada que la población general. Esto puede deberse a que, al tener una mayor capacidad cognitiva, son capaces de procesar y analizar con mayor facilidad sus emociones y las de los demás. Además, al estar expuestos a situaciones más complejas y diversas, suelen desarrollar una mayor empatía y capacidad de comprensión de los sentimientos de los demás.
Esta sensibilidad emocional puede ser una fuente de riqueza en la vida de las personas superdotadas, ya que les permite comprender mejor a los demás y establecer relaciones más profundas y significativas. Sin embargo, también puede ser un factor estresante y desencadenar problemas emocionales como ansiedad o depresión.
Otra característica psicológica común en las personas superdotadas es el perfeccionismo. El perfeccionismo es la tendencia a exigirse a sí mismo y a los demás un nivel de excelencia extremadamente alto en cualquier tarea que se emprenda.
Esto puede ser una fuente de motivación y crecimiento personal, pero también puede ser una causa de estrés y angustia. Las personas superdotadas suelen ser muy autocríticas y tener una alta autoexigencia, lo que les lleva a sentirse insatisfechas con su propio rendimiento y a veces, a posponer o evitar tareas a causa de esta insatisfacción.
La sensibilidad emocional y el perfeccionismo están estrechamente relacionados en las personas superdotadas. El perfeccionismo puede ser una consecuencia de la alta sensibilidad emocional, ya que las personas superdotadas suelen percibir con gran detalle sus propios errores y los de los demás, y esto puede llevarles a exigirse un nivel de excelencia muy alto para satisfacer sus altas demandas emocionales.
Por otro lado, el perfeccionismo puede ser también una causa de la alta sensibilidad emocional, ya que la frustración por no alcanzar los estándares de excelencia puede desencadenar problemas emocionales como ansiedad o depresión.
En este sentido, la relación entre la sensibilidad emocional y el perfeccionismo es compleja y puede llevar a las personas superdotadas a experimentar altos niveles de estrés emocional si no saben gestionar adecuadamente estas características.
Para gestionar la sensibilidad emocional y el perfeccionismo, las personas superdotadas pueden seguir algunas estrategias como:
En definitiva, la sensibilidad emocional y el perfeccionismo son características comunes en las personas superdotadas, pero no son necesariamente negativas si se saben gestionar adecuadamente. La aceptación de las imperfecciones y de los errores, la auto-compasión y el desarrollo de estrategias de afrontamiento pueden ayudar a las personas superdotadas a alcanzar un equilibrio emocional y a disfrutar plenamente de su inteligencia y su sensibilidad.