Existe un grupo selecto de personas conocidas como superdotadas. Estas personas son quienes han demostrado un alto coeficiente intelectual (CI), el cual se sitúa por encima del promedio de la población. Las personas superdotadas tienen la capacidad de resolver problemas complejos con mayor facilidad que la mayoría de las personas, y a menudo se destacan por su gran creatividad, habilidades cognitivas y pensamiento crítico.
Para que una persona sea considerada superdotada, su CI debe estar por encima de 130. Esta medida se basa en una puntuación estándar de un test de inteligencia. Los test de CI miden la capacidad cognitiva en áreas como el razonamiento abstracto, la memoria a largo plazo, la fluidez verbal, la capacidad visual-espacial y la velocidad de procesamiento de información. Los resultados de los tests varían y la superdotación no sólo se basa en la puntuación del test sino en la combinación de características y habilidades que presenta la persona.
Una característica común de las personas superdotadas es su capacidad para observar y notar detalles que la mayoría de las personas no perciben. Este rasgo es conocido como sensibilidad sensorial o hiperestesia sensorial. La sensibilidad sensorial en personas superdotadas se da en uno o más de los cinco sentidos y afecta no solo a la percepción sino también al procesamiento de los datos sensoriales. La mayor capacidad de procesamiento de información de las personas superdotadas les permite prestar atención a más detalles en su entorno, lo que les permite encontrar patrones y conexiones que otros no verían a simple vista.
Para las personas superdotadas, observar y prestar atención a los detalles es esencial para su rendimiento y desarrollo personal. Los detalles son la clave de su capacidad para encontrar soluciones a problemas complejos y procesar la información a una velocidad visual y cognitiva más alta.
La hiperestesia sensorial puede ser el resultado de diversas condiciones neurológicas, como el trastorno del procesamiento sensorial (SPD) en el que los estímulos sensoriales son procesados anormalmente en el cerebro, lo cual puede causar mareo, náuseas y dolores de cabeza, y el síndrome de Asperger, una condición del espectro autista en la que se da una percepción sensorial más intensa.
Además, estudios genéticos han demostrado que existe una correlación entre ciertos genes y la superdotación. Algunos de estos genes están relacionados con la producción de un receptor en el cerebro de la dopamina, lo que sugiere que la dopamina puede ser un factor importante en la hiperestesia sensorial de las personas superdotadas.
Aunque la superdotación es una ventaja para muchas áreas de la vida, también puede presentar ciertos retos. Las personas superdotadas a menudo tienen sentimientos de aislamiento y no encajan en grupos sociales, lo que puede llevar a la depresión y a la ansiedad. Estas personas también pueden experimentar una presión constante para mantener su rendimiento y una sensación de aburrimiento intelectual en situaciones que no les desafían.
En resumen, la capacidad de las personas superdotadas para notar detalles que otros no ven es el resultado de una combinación de factores biológicos y genéticos. Su capacidad para procesar y entender información a una velocidad más alta, gracias a su sensibilidad sensorial, les da una ventaja en muchas áreas de la vida, pero también puede presentar ciertos retos emocionales y psicológicos.
Es importante que la sociedad comprenda y apoye a las personas superdotadas, para que puedan desarrollar todo su potencial y contribuir a la sociedad de la mejor manera posible.